El verano activa la melanina. Si vuestra piel tiende a mancharse o presenta alguna pigmentación, ésta es la época en la que el color tiende a ser más visible si no utilizamos una protección adecuada.

¿Por qué aparecen las manchas en la piel?

La Melanina es el responsable de que la piel se coloree, este pigmento natural tiene el cometido de darnos ese fabuloso bronceado vacacional que tanto nos gusta y a su vez nos protege de los rayos solares. La melanina determina el tono de piel y pelo que tiene cada persona.

El hecho de que el moreno sea temporal es porque las células de la piel que contenían la melanina activa a causa del sol han “mudado” para dar paso a otras nuevas, ya que la piel tiene una gran capacidad regenerativa. Los humanos cambiamos la piel constantemente. Se calcula que nos desprendemos de 1 millón de células muertas cada día

Existen tres tipos principales de melanina. La principal es la eumelanina, su cometido es proteger nuestra piel del sol.

Este pigmento natural tiene el cometido de darnos ese fabuloso bronceado vacacional que tanto nos gusta, ese “color” se produce en unas “bolsitas” llamadas melanosomas que se encuentran en las células de la piel llamadas melanocitos. Cuando el “color” se encuentra listo, se transfiere de los melanocitos hasta la epidermis (la que podemos observar) que contiene queratinocitos (otro tipo de célula cutánea) otorgándole la tonalidad bronceada a nuestra piel.

Por lo tanto, el color de nuestra piel se origina por:

  1. El tipo de melanina que forman nuestros melanosomas.
  2. La forma en la que la melanina se filtra en los melanosomas.
  3. Cómo se transfiere la melanina hasta nuestros queratinocitos.

¿A qué se deben las manchas en la piel?

Lo normal es que desconozcamos el origen de estas manchas y tampoco sepamos cómo evitar las manchas del sol. Pero, si clasificamos el tipo de mancha que nuestra piel presenta nos será más fácil localizar un tratamiento que se adecue a nuestro problema.

La mancha cutánea se forma debido a una concentración de melanina, más alta de lo normal, en una zona de nuestra piel, produciendo una coloración puntual o mancha color café o marrón.

Existen varios factores que pueden hacer que la piel aumente la cantidad de melanina y las manchas se oscurezcan:

Exposición solar

Es un activador natural de la melanina. Al radiar nuestra piel con rayos UV ocurren dos cosas:

  1. Oscurecimiento inmediato: sucede si nos exponemos cortos periodos de tiempo (minutos-horras) al sol. La melanina se oxida y se oscurece, transfiriéndose más rápido a la epidermis.
  2. Oscurecimiento tardío: Cuando hemos estado expuestos al sol durante largos periodos de nuestra vida (semanas) sin protección, nuestra piel ha absorbido mucha radiación y se ha incrementado el número de melanosomas que producen mayor melanina. Este proceso se torna crónico, así que al aumentar el tiempo exhibición al sol, aumentamos la cantidad de melanocitos que trabajan en la producción del “color”.

Hormonas

Nuestro cuerpo cuenta con un tipo de hormona llamada hormona de estimulación melanocítica. Es producida por la glándula pituitaria, y tiene un peso significativo en la producción de melanina. Además de esta hormona, existen otras dos; la ACTH y la lipotropina que también tienen potencial para aumentar la formación de pigmentación dérmica.

Queranocitos dañados

Los queratinocitos son células que forman la capa externa de la piel. Cuando los queratinocitos lesionan (por la luz UV, un corte, un golpe, una quemadura…) comienzan a renegerarse liberando factores de crecimiento que pueden llegar a estimular la producción de melanina. Por lo que al originarse nueva piel, ésta, sea más oscura.

¿Dónde se localizan las manchas?

Una mancha puede aparecer en cualquier lugar del cuerpo pero lo más normal es que siempre aparezcan en las zonas expuestas al sol, ya que la radiación solar favorece la aparición de éstas.

De esta manera, podrás encontrar mayor cantidad de manchas en zonas como:

  • Rostro
  • Cuello
  • Manos
  • Escote
  • Brazos

¿Son peligrosas las manchas del sol en la piel?

Esa manchita que podemos considerar un engorro a nivel estético, también puede llegar a ser maligna y peligrosa, por ello, es importante revisar nuestros lunares y manchas constantemente.

El cáncer de piel, es uno de los cánceres que más habitualmente se diagnostica, por encima del de colon, próstata o mama. La buena noticia es que no todos son malignos, y que la mayoría de estas lesiones tienen un pronóstico favorable. Por ello es imprescindible la detección precoz de la afección.

¿En qué consiste el cáncer de piel?

 El cáncer dérmico, se produce cuando las células epiteliales crecen de manera anormal. Estas células se desarrollan y se modifican sobre todo, por la radiación UV. También debido a otros factores que provocan la mutación de las células y dan lugar a las posteriores formaciones tumorales.

Nuestra piel se compone de tres capas principales, la epidermis que es la capa visible al ojo humano, la dermis (capa intermedia) y la hipodermis o capa interna.

Es en la dermis donde se encuentran las fibras de elastina y colágeno que dan estructura a la piel, y las que se afectan por los rayos del sol. Por eso cuando estas fibras se deterioran la piel se arruga. En ella, también se produce la melanina hacia la epidermis, que es la propia defensa de la piel ante la radiación ultravioleta. Cuando nos exponemos demasiado al sol, se forman manchas conocidos como “lentigos solares”.

¿Cuales son las principales causas del cáncer de piel?

Radiación ultravioleta.

La primera causa de cáncer de piel es la radiación ultravioleta. Esto causa el envejecimiento prematuro de la piel y con el tiempo provoca una lesión en el ADN de las células, este daño da lugar a la mutación y proliferación de dichas células de una forma descontrolada.

¿Cuántas veces habrás oído la famosa frase de: la piel tiene memoria? Pues es cierta. La piel es como un “acumulador de energía” que cuenta las horas que ha sido sometida a la exposición solar, aumentando así el riesgo que tendrás para sufrir lesiones cancerígenas.

Por ello, dependiendo de tus hábitos de vida, trabajo, clima de tu ciudad, si vas a cabinas de bronceado, etc… tendrás más o menos posibilidades para desarrollar esta enfermedad.

  1. Tóxicos Los tóxicos también son causa de cáncer de piel, la exposición o contacto con algunos minerales como la hulla, brea industrial, arsénico o parafinas. Tratamientos de radioterapia o la utilización de psoralenos en la cura de la psoriasis.
  2. Lesiones cutáneas Lesiones que han tardado en cicatrizar, por su gravedad o porque se han prolongado en el tiempo, como una quemadura muy grave. Algunas enfermedades inflamatorias, padecer queratosis actínicas o tener el sistema inmunitario deprimido.
  3. Condiciones hereditarias La genética siempre es un punto de inflexión a la hora de desarrollar cualquier enfermedad. Existen personas que han heredado nevus de células basales, xeroderma pigmentoso… Las personas que tienen la piel y el pelo muy claro, muchas pecas o lunares y  el bronceado es una tarea difícil para ellos, tienen mucha más posibilidad de desarrollar este tipo de afecciones.

Tipos de cáncer de piel

Carcinoma de células basales.

Este tipo de cáncer aparece debido a lesiones cutáneas que les cuesta mucho la cicatrización, volviéndose crónicas aunque sean tratadas. De forma que se llagan, se parchean, deforman, etc.

Carcinoma de células escamosas.

Su aspecto, es el de un parche rugoso y grueso, como una verruga o un lunar “montañoso” que se descama. También los podemos ver en forma plana formando una especie de costra. Pueden ser de color rojizo y aparecer en cualquier parte del cuerpo que haya estado expuesta al sol. Las personas mayores tienen mayor probabilidad de padecerlos por la cantidad de radiación que han obtenido a lo largo de su vida.

Melanoma.

Es el más conocido y peligroso de todos los cánceres y puede formar metástasis, es decir, extenderse a los demás órganos. El melanoma aparece por manchas oscuras o lunares que se modifican y se vuelven malignos. Asi cuanto más lunares o manchas tengamos, mayor vigilancia debemos prestar a nuestra piel. Cuando algun lunar o mancha sufre algún cambio, en su color o forma, volviéndose irregular, asimétrico o creciendo muy rápidamente, es un motivo de alarma. El componente hereditario tiene peso en esta tipología.

Nevos displásicos.

Son lunares parecidos a los melanomas pero pueden picar, tienen relieve, y pueden llegar a sangrar, supurar, formar úlceras, costras, inflamarse… y tienen un color negro-azulado. Las personas con nevos displásicos tienen un mayor riesgo de desarrollar uno o más melanomas, y además si tienen parientes que han sufrido cáncer de piel la predisposición es mucho mayor. Por lo que son personas que tienen que llevar un especial cuidado con el sol.

Queratosis actínica.

La queratosis actínica o solar es una lesión premaligna, consiste en un tumor epidérmico que suele afectar a las personas de piel clara, que han sido expuestos a la radiación UV. Es frecuente verlo en las calvas de los hombres que no han sido protegidas, son manchas bastantes pequeñas y claras y suelen aparecer más de una. Son rugosas y se notan más al tacto que a la vista.

¿Cómo identificar los diferentes tipos de cáncer?

En primer lugar, es preciso destacar que el auto-examinado no es una herramienta eficaz para luchas contra el cáncer, ya que no conocemos las diferentes variables que pueden intervenir en cada tipo de piel y, además, es necesario en personas con histórico de cáncer familiar, pieles sensibles, personas mayor de 50 años, etc. hacerse exámenes periódicos en el dermatologo.

El cáncer de piel puede aparecer en diferentes formas y tamaños, si hay alguna zona que te preocupa, asegúrate de acudir al médico.

Te damos unas herramientas, para que puedas identificar, a grandes rasgos si existe algún síntoma de alarma en tu piel.

Cáncer de células basales y cáncer de células escamosas.

Este tipo de cáncer se encuentra en las zonas expuestas al sol, como el cuello, cabeza, brazos, aunque también siempre debemos revisar cualquier parte del cuerpo. Estate atento de las manchas, protuberancias, llagas… que no se curan tras varias semanas. Algunas veces, lo que creíamos ser cortes del afeitado que no sanan en días resultan resultan ser cáncer de piel que a menudo sangran fácilmente.

Los carcinomas de células basales aparecen de distintas formas:

  • Tienen formas planas, firmes, son amarillentas o blanquecinas, parecidas a una cicatriz.
  • Con relieve, de color rosado, translúcidas y brillantes, nararadas. Pueden tener áreas color azuladas, marrón o negras.
  • Manchas rojizas elevadas que podrían picar.
  • Crecimientos de color rosado con bordes elevados y una zona en su centro que podría tener vasos sanguíneos esparcidos.
  • Llagas abiertas que supuran o áreas costrosas que no se curan o que se curan y regresan.

Podrás apreciar los carcinomas de células escamosas como:

  • Manchas rojas en forma áspera o escamosa que podrían formar costras.
  • Crecimientos elevados, en ocasiones con áreas inferiores en el centro.
  • Llagas abiertas que supuran o tienen costras que no se curan o que vuelven después de curarse.
  • Crecimientos parecidos a verrugas.
  1. Queratosis actínica

Las diferenciaremos porque son manchas ásperas o escamosas que miden menos de medio centímetro y que pueden ser de color rosado-rojizo o del color de la piel. Y se originan, por lo general, en orejas, dorso de las manos y los brazos y en áreas expuestas al sol. Algunas de estas manchas crecen hasta convertirse en cánceres de células escamosas, mientras que otras, pueden permanecer igual o incluso desaparecer por sí solas.

Son difíciles de observar, incluso para los médicos, por eso es imprescindible que acudas a un especialista para determinar si deben recibir tratamiento.

  1. Lunares y melanomas

Un lunar normal, es una mancha uniforme de color amarronada, que generalmente mide 6 mm de ancho. Algunos están presentes en el momento de nacer pero la mayoría van apareciendo a lo largo de nuestra vida. La mayoría de lunares son inofensivos pero es importante estar atentos de sus cambios porque puede ser un signo de que un melanoma está en camino.

¿Cómo saber si tengo un melanoma?

La señal principal es que haya cambiado el tamaño, color o forma. Otra señal es que sea diferente al resto de los lunares de tu piel.

Existe una regla ABCDE:

  • A de Asimetría: la mitad de tu lunar tiene que corresponder con su otra mitad.
  • B de Borde: los bordes no deben de ser irregulares ni desiguales, tampoco desdentados ni poco definidos.
  • C de color: Si el color no es uniforme e incluye sombras de color marrón o negra o manchas rosadas, rojas, azules o blancas, es motivo de preocupación.
  • D de Diámetro: El lunar es mayor a 6 mm de ancho, aunque en ocasiones un melanoma es menor que esto.
  • E de evoluación: el tamaño, la forma y el color del lunar están modificándose.

 

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