La buena sintonía entre la OCU y LIDL

Nos encanta pensar que la mejor antiarrugas está en nuestro supermercado de siempre y por menos de 3 euros. ¿Algo que es bueno y barato a la vez, de verdad? Hablo del nuevo informe de la OCU, que coloca una crema de LIDL como la primera de una lista entre 14 antiarrugas.

Sorprendentemente, no es la primera vez que ocurre, la OCU también le otorgó a este supermercado el primer puesto a su crema hidratante anteriormente. Al parecer, la marca “blanca” tiene el secreto de la belleza y tan sólo cuesta 2,99 euros.

El pasado informe fue la campaña de marketing perfecta para la empresa alemana. Las estanterías de la crema, permanecieron vacías hasta hace sólo semanas. Y nosotras, tan orgullosas de tener en nuestro poder lo mejor de lo mejor.

A pesar de ello, e imaginando que aunque esto supuso una campaña buenísima de marketing para Lidl no lo fue tanto para la OCU, la marca alemana se vio forzada a retirar la “publicidad engañosa” que hacía de la crema al dar a entender que la misma OCU los promocionaba. A pesar de este ligero revés, la marca siguió como número uno del mercado.

Sin embargo, el informe de la OCU no es tan profesional como de ellos cabía esperar y a continuación os explicamos el porque.

¿Es verdad que el antiarrugas de LIDL es la mejor?

¿Qué hay de verdad en todo esto? Lo cierto es que muy poco. La Asociación Nacional de Perfumería y Cosmética (Stanpa) ha desvelado en un comunicado 10 errores graves de la metodología que se ha llevado a cabo en el informe de la OCU.

La asociación ha explicado que no se ha hecho el procedimiento legal que se recoge en el real Decreto 1599/1997 para el análisis de los productos cosméticos. Por tanto, el estudio realizado por la OCU, no tendría validez en los márgenes fijados por la ley.

“Si una compañía cosmética presentara sus resultados ante las autoridades sanitarias de la forma en la que se exponen en el informe de la OCU, no obtendría la aprobación”

En su comunicado, la Stanpta afirmó: “Si una compañía cosmética presentara sus resultados ante las autoridades sanitarias de la forma en la que se exponen en el informe de la OCU, no obtendría la aprobación”

Nosotros te explicamos con más de 10 puntos porque la crema de LIDL no es la mejor solución tal como dice el estudio de la OCU:

  • 1# El ranking ha sido publicado en varios países colocando los mismos productos en distinto orden. Parece ser, que cuando la crema de LIDL pasa la frontera, se vuelve menos eficaz.
  • 2# Pero no solo el ranking, también los resultados varían según el país. En Francia, Portugal o Bélgica, la crema situada en primer lugar tiene una eficacia percibida como mala por los consumidores, mientras en nuestro país aparece como aceptable.
  • 3# El resultado no ofrece transparencia. No está claro dónde se ha realizado el experimento ni da garantía de certificación u homologación de su método. No describe como ha desarrollado el análisis y además, utiliza expresiones como “mediciones con distintos aparatos”. Algo que da poca credibilidad y no garantiza la neutralidad técnica propia de un estudio científico.
  • Asimismo, como no describen el estudio, las compañías de la competencia, no pueden reproducir el mismo en otro laboratorio y desmentir las afirmaciones.
  • 4# La muestra de población no discrimina. Se ha realizado con mujeres de 31 a 70 años. Una abanico de edad demasiado extenso. Las necesidades de una piel de 30 años que se considera “joven” no se puede comparar con la de una mujer de edad más avanzada.
  • 5# El estudio se ha realizado en la zona del contorno de los ojos donde debería aplicarse otro producto especial para la zona periorbital. Por lo que, están aplicando las cremas en una zona errónea.
  • 6# Tampoco tuvieron en cuenta un factor importantísimo, la rutina de higiene de las participantes. Un rostro con impurezas o sin desmaquillar puede hacer que la crema pierda eficacia.
  • 7# No se han explicado los datos con los que se ha llevado a cabo la estadística. Los estudios realizados referentes a un tratamiento antienvejecimiento, deben medir como mínimo cuatro valores: el número total que tiene el individuo de arrugas, la longitud  de éstas, su superficie y profundidad de la mismas.  Estos resultados no se dan, ni se presentan en porcentaje de reducción, que es la medida que se considera objetiva. Los datos se presentan en una tabla con una escala y una puntuación numérica poco clara que no ofrece una relación con la eficacia antiedad.
  • 8# El número de participantes en el estudio se desconoce. En algunos países afirman que participaron 995 y en otros, 450. Tampoco dicen si existió evaluación dermatológica, algo esencial para un análisis de este tipo.
  • 9# En el estudio dictaminan haber utilizado “un producto estándar elaborado por el laboratorio de eficacia conocida” con el fin de comparar. Este producto no existe. Un laboratorio no fabrica cosmética, por lo que no se justifica que se utilice el supuesto producto. En un estudio científico verídico está prohibido el uso de un producto secreto por ética y garantía de los sujetos a estudio. La comunidad científica no ha reconocido ningún “producto estándar” que sea una referencia para comparar cosmética antiedad.
  • 10# La OCU ignora muchos de los factores que intervienen en los tratamientos antiarrugas. El estudio tiene un enfoque simplista que no mide los factores que se valoran normalmente en este tipo de cosméticos. Los cosméticos del estudio trabajan diferentes objetivos, ya que como sabemos, el envejecimiento no lo produce una única causa. Así que cada producto está indicado para un tipo de piel y el problema al que está enfocado. Por ejemplo: Un producto puede mejorar la hidratación y la elasticidad, mientras que otro, sea más efectivo como reafirmante. Para más inri, el estudio sólo se realizo en un periodo de 4 semanas y no tiene en cuenta lo que cada producto tarda en ser efectivo.
  • 11# Las mujeres sometidas a evaluación no han dado su opinión sobre la eficacia del tratamiento.
  • 12# Sin tener ninguna base, el informe incita a que despreciemos expresiones como “con control dermatológico” o “dermatológicamente testado”. Esta información está regulada por la Comisión Europea y tiene gran valor para el consumidor. El estudio tampoco afirma la existencia de dermatólogos ni especialista.

En resumidas cuentas, desconocemos cuál es la mejor crema antiarrugas del mercado, porque entre otras cosas, cada piel tiene unas necesidades y no se puede generalizar, eso sí, podemos sugeriros aquellas que recomendamos sin ninguna duda porque sí tenemos detrás un respaldo de garantías.

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